De acuerdo a las investigaciones, se trata de una red que estaba utilizando a menores de edad, quienes eran llevadas desde el distrito de Barú a territorio limítrofe costarricense, para explotarlas sexualmente. Estos hechos se daban en Finca Balsa, distrito de Barú, y zonas limítrofes entre Panamá y Costa Rica. Ver más:
